5. La Hora de la verdad
17 de Mayo 2020, by Pau
Después de un primer diagnóstico inicial (espero que les haya resultado lo más sencillo posible determinar dónde se encuentran) llega la hora de empezar a priorizar. Seguramente la gran mayoría de ustedes estarán en una situación dónde los recursos son limitados. Tener un montante finito para satisfacer nuestras necesidades vitales requiere inexorablemente tener que elegir, priorizar y anteponer unas cosas a otras. Por desgracia la gran mayoría de nosotros tenemos más caprichos que dinero, o si tenemos el dinero y lo gastamos, no estamos actuando de una forma responsable con el nivel de ahorro que deberíamos mantener. Les voy a sugerir una herramienta muy sencilla para poder seleccionar de forma rápida donde quieren gastarse el dinero, y si les vale la pena o no. Una vara de medir como el metro de platino-iridio que se encuentra el museo de Pesos y Medidas de Paris; yo lo llamo la “hora de la verdad”. El objetivo principal es calcular cuánto gana por cada hora que trabaja y compararlo con cada uno de sus gastos para analizar si le vale la pena. Me explico más en detalle:
- Usted tiene todos los ingresos netos por rentas del trabajo ya que ha realizado los ejercicios de contabilización que le hemos propuesto con anterioridad. Tenga este número presente.
- Calcule lo que le cuesta ir a trabajar. Transporte en primer lugar: gasolina, peajes, billetes de autobús, metro o tranvía. Si usted dispone de un coche exclusivamente para desplazarse al trabajo, me imagino las parejas que tienen dos coches exclusivamente para poder desplazarse a sus respectivos trabajos, incluya el coste y la amortización de este vehículo adicional. Si requiere de asistencia para quedarse con los niños a ciertas horas, para recogerlos del colegio o sustituirles en algunas de sus actividades, inclúyalo en el coste. No descuide además el coste incremental del menú diario si tiene que ir a un restaurante o del agua mineral en la máquina de vending que acompaña a su tupper en caso de traerse la comida de casa. Finalmente analice si tiene ropa exclusiva para su trabajo y el coste anual de la misma (trajes de hombre, ropa formal de mujeres, etc). Consiga un importe final real y ajustado.
- Decida las horas promedio que usted destina a su puesto de trabajo incluyendo tiempo de desplazamiento y los viajes.
- Obtenga el coste de su hora de la verdad. (Ingresos-Coste de trabajar)/(Horas destinadas al trabajo).
Ejemplo: El Sr. Perez gana 1.250€ netos al mes, para ir a trabajar compra una tarjeta mensual del transporte metropolitano de su ciudad que le cuesta 52,5€. Adicionalmente los martes y los jueves de 17-18h debe contratar una “canguro” para recoger los niños del colegio y llevarlos a una actividad extraescolar, le cuesta 11€/hora. Come en el bar de delante por un menú de 9,3€ y considera que en casa come por 3,5€ podría comer. Trabaja unas 9 horas al día de medía y tarda 45min en su trayecto de casa al trabajo en autobús. Viaja además una vez al mes a la sede de su empresa en Madrid.
Calculo de la hora de la verdad:
- Ingresos 1250€
- Coste de ir a trabajar: 262,3€
- Comer: 21 días laborables al mes x 9,3€-3,5€=121.8€
- Transporte: 52,5€
- Canguro: 8 días al mes * 11€/h=88€
- Horas destinadas al trabajo: 223,5 horas
- Horario normal: 9h*21días laborables.
- Desplazamientos: 45min*2*21 días laborables
- Viaje a Madrid mensual: 3h de más, sale a las 6h de casa y vuelve a 19:30h
- Hora de la verdad: (1250-262,3)/223,5=4,41€/hora
¿Tiene usted ya su hora de la verdad real? Entonces ya tiene su referencia para compararlo con todo lo que realice en su vida. Puede anualizarlo o mantener el patrón mensual. Divida todos sus gastos mensuales por su hora de la verdad y obtendrá el número de horas necesarias que trabaja para poder permitirse una determinada necesidad. El Sr. Perez, el hombre del ejemplo, ha decidido seguir nuestros pasos y ahora sabe que ir al gimnasio, por el que paga 51eu, supone 11,5horas de su vida, más de un día de trabajo. Lo acepta porque piensa que le compensa y le vale la pena. Se compró un traje de 420eu la semana pasada para ir a la boda de un sobrino y cuando se da cuenta que ha destinado 95 horas de su vida laboral en poder pagarlo (10,5 días laborables) piensa que igual lo podría haber alquilado; no le compensa. ¿Entienden la filosofía detrás de este planteamiento? Tener un patrón real con el que podamos comparar nuestras actividades nos hace replantear en cada momento la idoneidad del gasto, ipso facto. A menudo nos encontramos gastando sin sentido, como si nos dieran fichas de casino en lugar de monedas o papel timbrado real, cuando en realidad si pensamos en el esfuerzo escondido detrás de ciertos gastos no replantearíamos nuestros patrones de consumo de inmediato.
Cuando reflexionemos delante nuestra hoja de cálculo qué actividades son necesarias y cuáles de ellas podemos prescindir, la hora de la verdad nos debe ayudar y mucho. Algunos gastos serán imprescindibles, otros totalmente desechables y el resto deberemos evaluar “si se lo merecen”. Se encontrará situaciones donde deberá rebajar el nivel de servicio que está percibiendo hasta límites aceptables para usted, es lo más común y la gran utilidad de este método. El Sr. Perez, por ejemplo, decide con su pareja que en lugar de gastarse 53€ (12 horas de su trabajo) en un restaurante los viernes, saldrán de tapas y se gastarán la mitad, un precio que encuentran razonable. Valoran marcar una barrera clara entre semana/fin de semana saliendo fuera a cenar, pero consiguen el mismo objetivo con un nivel inferior equilibrando sus finanzas. Lo mismo puede ocurrir con el gimnasio, la ropa, el televisor, las segundas residencias, los coches o todo lo que usted aprecie pero que no considere vital para su felicidad más esencial. En algunas cosas cederá y en otras decidirá que usted las valora, saborea y necesita. Recuerden que el objetivo final es siempre vivir, disfrutar y estar a gusto con su vida de forma equilibrada, es decir, hasta el fin de sus días.